jueves, 12 de enero de 2012

Reflexionemos un poco sobre lo aprendido

Y yo me pregunto… ¿qué es lo más importante que he aprendido este bloque? Pues creo que lo tengo bastante claro, ya que cuando te preguntas esto creo que lo más importante que aprendes es lo primero se te viene a la cabeza porque lo has repetido una y otra vez, o quizás porque sea lo que más te ha llamado la atención a la hora de aprenderlo ya sea porque es lo que más vas a utilizar en una clase y lo ves útil, o porque te ha parecido curioso.
Una de las cosas que más he aprendido es a diferenciar un texto común de un texto folclórico, ya que se las características de un texto folclórico, como que no tiene autor, que es popular, que en un principio no eran infantiles, etc., es lo que les diferencia del resto de textos tradicionales, ya que otra de las cosas que he aprendido es que todos los textos folclóricos son tradicionales pero no todos los textos tradicionales son folclóricos. ¿O me diréis que todos conocíais esa diferencia? Porque yo cuando la pregunta salió en clase no supe darle respuesta.
Otra de las ideas en las que primero pienso sobre lo que he aprendido es cómo modificar un cuento, ya que hay que tener en cuenta varios aspectos y no a todos los niños se les puede contar el cuento de la misma forma, eso sí, no debemos hacer una adaptación de otra adaptación que ya se ha realizado anteriormente.  Pero también he comprobado que hacer una adaptación es mas difícil de lo que parece, ya que no solo hay que tener en cuenta la edad de los niños o el vocabulario, si no muchas cosas más, y para hacer una buena adaptación nos debemos meter en la cabecita de los niños e intentar escuchar el cuento como si tuvieras 7, 8, 9 años o los que sean, para así ver si ellos se divierten, lo entienden y disfrutan con el cuento. Si sabes ponerte en su lugar, sabrás hacer una buena adaptación, pero esto no es fácil. Aun así imagino que cuantas más adaptaciones hagamos más fácil será la siguiente vez que queramos contar un cuento adaptado a los niños.
Y con lo que nos gusta a todos que nos cuente cuentos, y poder hablar de ellos… ¿por qué no les contamos más cuentos a los niños? Creo que si tenemos la oportunidad de estar en una clase y tener un ratito cada día o cada semana para disfrutar de este momento deberíamos aprovecharlo. ¿No os parece?

1 comentario:

  1. Muy bien. Si quieres tenerlo perfecto, sigue tirando de tu última idea... piensa en tu aula (futura) y en lo que le puede aportar a los niños este tipo de literatura (no solo la prosa) además del mero entretenimiento. Un maestro que trabaja textos folclóricos se convierte en un trovador y por su boca salen historias y poemas cuyo origen es, incluso, milenario... no es una maravilla...
    Intenta que las reflexiones sean las de una maestra más que las de una alumna de magisterio.

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